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ONAMET da seguimiento dos ondas que podrían alcanzar categoría de ciclón

Jueves, 25 Agosto 2022
La Oficina Nacional de Meteorología (ONAMET) comunicó que está dando seguimiento a dos  áreas de aguaceros y tormentas eléctricas  asociada a  ondas tropicales ambas  con escasas  probabilidades de alcanzar la categoría  de ciclón tropical.   La primera onda  fue  localizada sobre las islas de las Antillas Menores, se mueve hacia el oeste y poseen   una actividad de aguaceros  y tormentas eléctricas desorganizadas, pero en los próximos cinco  días en la medida que se mueva por el Caribe, podría encontrar  condiciones más favorables para su desarrollo, según los pronósticos.  La segunda fue localizada entre la costa de África y las islas de Cabo Verde, en el océano Atlántico  con  un 10% de posibilidades de alcanzar la categoría de ciclón tropical en los próximos dos días.  Según los análisis de predicción la onda  posee   un área de aguaceros y tormentas eléctricas desorganizada, pero en la medida que se desplace hacia las  Antillas Menores  encontrará condiciones ambientales más favorables que pudieran  contribuir con algún desarrollo lento.    La ONAMET comunicó que  el  monitoreo de ambas  ondas tropicales está a  cargo de un  personal especializado del Centro de Pronósticos,  quienes trabajan las 24 horas dándole seguimiento a los fenómenos que inciden en las condiciones del tiempo de República Dominicana.    Se  recordó  que en lo que va de la  Temporada Ciclónica se han formado cuatro ciclones tropicales  uno en  Centroamérica y tres en la costa este de Estados Unidos, de los cuales ninguno ha representado peligro para la República Dominicana.  El  último de ellos  fue  un potencial ciclón tropical,  el 19  de agosto  que llegó alcanzar  vientos de 55 kilómetros por horas en la zona del golfo de México  y la costa de Texas, Estados  Unidos.    

ONAMET y Duracell realizan campaña como implementar medidas preventivas en caso RD la amenace un ciclón

Martes, 23 Agosto 2022
ONAMET  y Duracell  realizan  campaña como implementar  medidas preventivas en caso RD la amenace un ciclón     Santo Domingo.– La Oficina Nacional de Meteorología (ONAMET) y la empresa Duracell  están realizando  una  campaña  educativa en  el transcurso de la Temporada Ciclónica 2022  para que la  población  estén  preparados  de  las   medidas  que deben  implementar  ante, durante y después  del   posible impacto de un ciclón  tropical en el  territorio de la República Dominicana. La campaña consiste en explicarle a la población la importancia de prestarle atención a los niveles de alertas meteorológicas  y de los organismos de protección civil, además  abastecerse de pilas (beterias) para linternas  y radios,  powerbanks (cargador),    alimentos enlatados y medicamentos. Las declaraciones las dieron a conocer la Directora de la Oficina Nacional de Meteorología, ingeniera Gloria Ceballos  y la Gerente de Marca de Duracell,  licenciada Berjania Rosario, quienes  expresaron que ambas entidades  acordaron  trabajar  en  conjunto para  llevar orientaciones a toda la población en las 32 provincias del país con la única  finalidad  "salvar  vidas y propiedades" en caso que el país  resulte amenazado por un ciclón tropical o cualquier otro fenómeno natural. Mientras la directora de ONAMET, ingeniera Ceballos   agradeció la colaboración de la ejecutiva de Duracell  por el   apoyo que la compañía viene  ofreciendo durante   varios años a la institución,  para que  la población conozca los   peligros  que representan los   ciclones tropicales y como  puedan continuar recibiendo  informaciones   en situaciones de emergencias.  Desde Meteorología la campaña la llevará cabo el Meteorólogo Superior  Bolívar Ledesma, durante la Temporada Ciclónica, desde el primero de junio hasta el  30 de noviembre  del presente año y  estas  informaciones pueden ser ampliadas  consultando las páginas: www.duracell.com  y Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. document.getElementById('cloakdfb7dbbcab4ec23150ebec2650c8e1f2').innerHTML = ''; var prefix = 'ma' + 'il' + 'to'; var path = 'hr' + 'ef' + '='; var addydfb7dbbcab4ec23150ebec2650c8e1f2 = 'info' + '@'; addydfb7dbbcab4ec23150ebec2650c8e1f2 = addydfb7dbbcab4ec23150ebec2650c8e1f2 + 'onamet' + '.' + 'gob' + '.' + 'do'; var addy_textdfb7dbbcab4ec23150ebec2650c8e1f2 = 'info' + '@' + 'onamet' + '.' + 'gob' + '.' + 'do';document.getElementById('cloakdfb7dbbcab4ec23150ebec2650c8e1f2').innerHTML += ''+addy_textdfb7dbbcab4ec23150ebec2650c8e1f2+''; En tanto la ejecutiva de Duracell,  licenciada Rosario  expresó “estamos conscientes de las responsabilidades como marca que debemos asumir en cada  Temporada Ciclónica y el compromiso de orientar  la población  ante la existencia de cualquier evento atmosférico que pudiera afectar a nuestros consumidores”.  Se informó que Duracell  durante más de 50 años viene  proporcionado energía a las personas en todo el mundo con sus productos, los cuales se convierten en el corazón de los dispositivos electrónicos manteniendo a las personas conectadas, permitiendo que disfruten de sus actividades favoritas, protegiendo a sus familias, y simplificando su estilo de vida en constante movimiento.

Subdirector ONAMET analiza huracanes David y Georges

Jueves, 18 Agosto 2022
Subdirector  ONAMET analiza huracanes  David y Georges En los últimos 43 años  los  huracanes David y Georges han sido  los ciclones que han  ocasionados  los mayores daños en  República Dominicana destruyendo  viviendas, sistemas productivos, carreteras, puentes y a pesar de los años todavía las personas   más adultas recuerdan las furias de sus vientos y la intensidad de las  lluvias, según un trabajo de investigación realizado por el    ingeniero  Miguel Campusano Sub-director de la Oficina Nacional de Meteorología (ONAMET). El huracán David, afectó el país en el año   1979  y sigue siendo el único ciclón  en tocar tierra  categoría  cinco y todos le llaman extremadamente mortal con vientos máximos de 278 kph. Sin embargo,19 años después  en el año 1998 hizo lo mismo el  huracán Georges,  el cual llegó a la costa de República Dominicana como categoría 4 con vientos máximos del este entre 248 y 277 kph, alcanzando una intensidad máxima de 250 kph. Georges, séptima tormenta tropical y tercer huracán categoría 3 de la temporada ciclónica de ese año, tocó tierra dominicana luego de pasar por Puerto Rico. Impacto el país  por la costa Este, específicamente por la parte baja de la provincia La Altagracia, y sorprendió a una población que desconocía lo que le esperaba, debido a que la Defensa Civil no avisó a tiempo sobre su llegada y el impacto que tendría por su intensidad. Las provincias de la República Dominicana más afectadas por Georges fueron La Romana, San Pedro de Macorís, El Seibo, Hato Mayor, Santo Domingo, San Cristóbal,  Peravia, Azua,  San Juan, Bahoruco, Elías Piña  y Barahona. A continuación  presentamos los  trabajos de investigación realizado por el  ingeniero  Miguel Campusano,  de los cuales se podrá  encontrar informaciones con mayores detalles  en nuestra página web.   HURACAN  DAVID 25 DE AGOSTO al  7 DE SEPTIEMBRE 1979 El Huracán David afectó severamente a la República Dominicana, en la tarde del 31 de agosto de 1979,  dejando  centenares de muertos y grandes pérdidas a la economía de la República Dominicana, y el Gobierno de turno, declaró  la República Dominicana como zona de desastre, por lo cual los organismos internacionales enviaron ayudas para cooperar con la recuperación de la isla.   David debe ser recordado como un “Huracán Tipo Cabo Verde”. Salió de la costa Occidental de África en la última década del mes de agosto del 1979 y se movió generalmente siguiendo la periferia sur de la cuña del Sistema de Alta Presión de las Azores. La trayectoria de David básicamente se asemeja a una línea descrita debajo de la cuña sub-tropical del Anticiclón Semipermanente de las Azores que se extendía hacia el oeste hasta la vecindades de la costa este de los Estados Unidos.   David previamente atravesó el Atlántico y el Caribe Oriental. Se movió justo al sur de la parte más oriental de la República Dominicana, abruptamente giró hacia el nor/noroeste el 31 de agosto de 1979, seguido por otro giro hacia el oeste. Luego retomó un giro mayormente hacia el noroeste.  Esta oscilación en su curso dio como resultado el impacto cerca de Santo Domingo. Con este auspicioso inicio, las condiciones atmosféricas permanecieron favorables para la intensificación de David, el cual alcanzó la intensidad de huracán el  día 27 de agosto. El aumento en intensidad de huracán se basó únicamente en datos satelitales. Un avión de reconocimiento empezó a investigar el ciclón tropical el mismo  27 de agosto. Se produjo una caída profunda en la presión atmosférica a una razón de 1.5 mb/hr en 36 horas, iniciándose cuando David se convirtió en huracán.  El día 29 de agosto David se movió directamente sobre Dominica, Antillas Menores, con vientos máximos estimados de 230 kph. Esta estimación estuvo basada en datos del avión de reconocimiento  y pudo calificarse a David como el huracán más intenso que afectó a Dominica durante el siglo 20. Impacto RD El ciclón  mantuvo  sus vientos de 278 kph, David hizo impacto en la tarde del 31 de agosto justo al oeste de Santo Domingo por Punta Palenque, San Cristóbal.   República Dominicana.   Hay que recordar que en el año  1930 había sido la última vez que un ciclón tropical de tal intensidad había afectado directamente a la República Dominicana. Los principales daños del huracán David fueron por las  inundaciones principales  causas del gran número de muertes. Hubo comunidades aisladas, poblados barridos  que fueron responsables de más de 1,000 muertos. El puerto de Haina, en  Santo Domingo fue cerrado por varios días. El nivel del mar en la Terminal del Río Haina hizo colapsar contenedores de mercancías. La mayoría de las carreteras fueron  afectadas en especial en  las provincias de Jarabacoa de La Vega,  San Cristóbal y Peravia. Un poblado en de la zona montañosa conocido como Padre Las Casas, Azua,  cientos de personas murieron cuando una iglesia y una escuela colapsaron, mientras  estaban siendo usadas como refugio por desbordamiento de un río. Los daños a la agricultura fueron severos y extensos. Casi el 70% de las siembras fueron destruidas 150,000 personas quedaron sin hogar. El gobierno de la República Dominicana estimó las pérdidas tanto en el sector Agrícola e Industrial y otros daños a la propiedad en 1 billón de dólares El servicio Meteorológico Dominicano hoy ONAMET A partir de la 1:00 de la madrugada día  29 de agosto   inició la numeración de boletines, manteniendo aún la Advertencia de Huracán, que indicaba a la ciudadanía “estar alerta a los próximos boletines ante la posibilidad de cambiar de Advertencia a Vigilancia y  posteriormente, a Aviso de Huracán  para la República Dominicana. En  efecto nueve horas después se estableció Vigilancia de Huracán, para el Litoral Sur de la República Dominicana, incluyendo la Islas Saona, Catalina y Beata, indicándose “el intenso y Huracán David se torna extremadamente peligroso y continúa moviéndose hacia el oeste en el  océano Atlántico”.  Dándole  recomendaciones de protección a la ciudadanía. El centro de David tocó tierra próximo a las 4:30 p.m. entre Punta Palenque y Najayo,  San Cristóbal, a unos 15 kilómetros al este de Punta Salinas, Peravia con un diámetro aproximado de 30 kilómetros. Después de permanecer unas ocho horas trasladándose sobre el territorio nacional, tocó nuevamente el mar,  saliendo al sur de Montecristi, por el océano Atlántico. El trabajo realizado en la República Dominicana evidencia la responsabilidad y el acierto con que los meteorólogos dominicanos trataron al Huracán David desde su origen hasta tocar el territorio nacional, incluyendo sus consecuencias como se puede apreciar en lo referente a la zona de penetración, intensidad de vientos, magnitud de las precipitaciones, inundaciones, deslizamientos de tierra, etc. Aún más podría significar,  la  información estadística también contribuyó  a favorecer la certeza de los pronósticos al observar lo señalado al principio de este trabajo, cuando apuntamos que, aunque existía una marcada probabilidad de ser afectados por tres ciclones tropicales en ningún año habíamos sido tocados por más de dos.   HURACAN  GEORGES 15 Septiembre al 1 de Octubre 1998 El 13 de septiembre del 1998 se originó una onda tropical que cruzó la Costa Occidental de África, luego el 15 de setiembre, se formó en depresión tropical y luego en tormenta tropical al día siguiente centrándose a unos 1,120 kilómetros  al oeste/suroeste de las islas de Cabo Verde, África.   Georges tuvo un curso persistente hacia el oeste/noroeste en los siguientes 10 días, el  17 de septiembre apareció una característica de ojo indicando que Georges había alcanzado la intensidad de huracán el 19 de septiembre. Georges hizo los primeros dos (2) de sus ocho (8) impactos en las Antillas Menores (Antigua y Saint Kitts y Nevis), el 21 de septiembre con vientos máximos sostenidos cerca de 185 kph. A primeras horas de la mañana del 22 de septiembre,  se movió a través del canal de la Mona e hizo impacto a unos 140 kms al este de Santo Domingo en la República Dominicana con vientos máximos sostenidos de 190 kph. La imagen del Radar de República Dominicana indicó que Georges impactó en la República Dominicana, cerca de Boca de Yuma y la  isla Saona, La  Altagracia,  al igual como mostraron  las imágenes satelitales del huracán alrededor de la misma hora de la imagen del radar.  En las siguientes 21 horas, 5:00 de la tarde,  Georges se debilitó mientras se movía lentamente a través de las zonas montañosas de la República Dominicana y Haití, pero   descargaba  fuertes lluvias, dejando muertes por inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra. En el sector turismo los mayores daños se reportaron en las estructuras y las instalaciones y vegetación de playas, paisajes y jardines. De las 13,307 habitaciones de hotelería existentes al momento del desastre, resultaron afectadas en mayor o menor grado unas 5,994 (45%). El mayor número de habitaciones dañadas se registró en la provincia La Altagracia,  Distrito Nacional y en las playas de Juan Dolio, San Pedro de Macorís y Boca Chica, Santo Domingo  en la parte sureste. (ingeniero  Cocco Quezada). Georges fue un prodigioso productor de lluvias. El National Hurricane Center de Miami, Estados Unidos informó que no dispusieron de datos de lluvias de la República Dominicana o Haití (En el momento de Recolección de Datos). Bajo estimaciones satelitales se apreció que valores cercanos a 1000 milímetros de lluvias, (40 pulgadas) pudieron haber caído en sectores de la República Dominicana y Haití en 24 horas, a las 8:00 a.m. HL (1200 UTC) del 23 de Septiembre.  Reportes  Se informó de 602 muertos directos a Georges, haciéndolo el decimonoveno ciclón tropical más mortífero en la Cuenca Atlántica durante el siglo XX. La mayoría de estos muertos se produjeron en la República Dominicana y Haití, debido, principalmente, a inundaciones y deslizamientos de tierra en regiones de terrenos elevados. En República Dominicana, unas 185,000 personas quedaron sin hogares por Georges, y 100,000 permanecieron en refugios por varias semanas debido a problemas en los servicios de electricidad y agua potable. En Haití, el gobierno oficial declaró que más de 165,000 familias  quedaron sin hogar por el huracán.  El manejo de un desastre tiene tres etapas fundamentales: el Antes, el Durante y el Después. Entendiéndose como Desastre, cuando un evento natural, en nuestro caso, un evento Hidrometeorológico impacta de tal manera que produce daños considerables, que sobrepasan la capacidad de respuesta de recuperación local, y que requiere de la  intervención internacional, mediante las Ayudas Humanitarias. Este fue el caso del huracán Georges en la República Dominicana. En varias oportunidades se enfatizó sobre la necesidad de tomar acciones preventivas para salvar vidas en las zonas inundables de los ríos comprendidos dentro de la zona de alto riesgo, específicamente los ríos Ozama, Haina y Nigua. ONAMET Igualmente se  orientó sobre el correcto manejo de los boletines de ADVERTENCIA, ALERTA Y AVISO, que emite la ONAMET cada 6 horas cuando algún fenómeno de la temporada se haya formado en la cuenca Atlántica, en el Mar Caribe o en el Golfo de México, para que las autoridades de protección civil tomaran en cuenta las recomendaciones de los meteorólogos responsables de alertar a las poblaciones sobre las medidas que deben adoptarse para reducir al mínimo las pérdidas de vidas humanas,  bienes materiales.   Todo esto fundamentado en los recientes adelantos en materia de tecnología satelital, radar y reconocimiento aéreo meteorológico, en labores coordinadas con el Centro Meteorológico Regional Especializado (CMRE), de Miami, Florida, Estados Unidos.

Observador un personal de ONAMET que trabaja sin importar las inclemencias del tiempo

Miércoles, 17 Agosto 2022
  El “observador meteorológico”  es un técnico  “vital” de  la  Oficina Nacional de Meteorología (ONAMET) que presta servicio las 24 horas en  las distintas estaciones, realizando lecturas de las  temperaturas del aire, máxima, mínima, presión de la atmosfera,  reportando los  tipos de  nubes, polvo sahariano,  truenos y  relámpagos. También son los que miden  las  lluvias caídas, informan de las ráfagas  de vientos  que ocurren en su estación y   en caso que presten servicio en las   estaciones   de Meteorología  que operan en los  aeropuertos tienen la responsabilidad de ofrecer informaciones  las 24 horas del día  de la visibilidad horizontal para alertar a  los operadores de   líneas aéreas donde están localizadas las  nubes que puedan ocasionar dificultades a los vuelos que entran y salen de las terminales. De igual manera los  observadores  son los responsables de transmitir los reportes de lluvias caída, temperaturas y presión   del país cada tres horas a los distintos bancos de datos del mundo y ofrecer informaciones  al  público y los medios de comunicación, a través de las vías telefónicas.  Además de la estación Central localizada en  Santo Domingo  Este la ONAMET tiene estaciones  diseminadas en toda la geografía nacional de diferentes clasificaciones  tales como: sinópticas, aeronáuticas, termopluviométricas y agrometeológicas. Las principales están en    Montecristi,  Puerto Plata, Santiago, Cabrera,  María Trinidad Sánchez; Arroyo Barril de  Samaná;  Sabana de la Mar, de Hato Mayor;  Bayaguana, Monte Plata; Punta Cana, La Altagracia;  aeropuerto Joaquín Balaguer, Villa Mella de Santo Domingo Norte. También en  Jimaní, provincia Independencia;  Barahona y  aeropuerto Las América  este personal en  caso  que no tenga una estación automática    en su oficina  que les suministren las informaciones meteorológicas, en los     últimos 20 minutos de cada hora, “tienen la responsabilidad de salir de su oficina al aire libre a realizar las lecturas de sus equipos”  sin importar que exista  insolación o estén ocurriendo   lluvias, tormentas de truenos y relámpagos, neblina   o cualquier otra inclemencia en las condiciones del  tiempo.      Las informaciones que suministra el “observador meteorológico”, son consideradas   fundamentales para hacer los pronósticos y  emitir  las alertas. Estos reportes también ayudan a la meteorología agrícola y la  investigación científica en materia  atmosférica, según se informó. Otros  instrumentos que están a cargo del  “observador meteorológico”  es  hacer las mediciones de los solarimetros, que mide la cantidad de insolación que produjo en el día en su estación  de 6:00 de la mañana  a 6:00 de la tarde. Debe hacer las lecturas de los  geotermómetros, que  mide el suelo las temperaturas a  5, 10, y 25 metros de profundidad en  el  suelo diario y el   tanque de evaporación donde se mide la evaporación el agua. Es bueno precisar que la ONAMET  también posee una red de  estaciones meteorológicas automáticas que  reportan  lluvias,   temperaturas máximas y mínimas  a un servidor. Con los reportes de lluvias que  suministran los observadores un personal de la  división de Hidrometeorología,  realiza los mapas de lluvias caída y de  temperatura.  

ONAMET colabora estudios sobre cambio climático aportando datos variaciones clima RD

Jueves, 11 Agosto 2022
La Oficina Nacional de Meteorología (ONAMET) comunicó que mantiene un  programa de asistencia  al cambio climático ofreciendo informaciones de las alteraciones  que  ocurren en el  clima de la  República Dominicana. Entre las informaciones que ofrece la ONAMET están los cambios de  temperaturas; máxima  y mínima,  humedad relativa del aire,  las variaciones en  la dirección y  fuerza del  viento. También ofrece informaciones de las reducciones y aumentos de  las lluvias, las tormentas eléctricas, ráfagas de vientos, ventarrones y  sequías de cualquier  lugar o región de la geografía nacional. El programa que ejecuta la  ONAMET con relación al  cambio climático se realiza en  coordinación con el  Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio (CNCCMDL),  entidad que tiene como  objetivo  articular y aunar esfuerzos desde las diferentes instituciones que integran los sectores de desarrollo del país para combatir el problema global del cambio climático. Se informó que los  servicios  meteorológicos son fundamentarles para conocer los cambios en el clima porque poseen los  registros   que les    permitin  a los expertos  determinar las variaciones  que se  producen con el tiempo. Tales como aumento del calor, sequía, tormentas fuertes, aumento del nivel de mar y posibles impactos de las enfermedades de las vías respiratorias, según se informó. El cambio climático.- Es la consecuencia del calentamiento global de la Tierra, lo que está  relacionado con el  aumento general de la temperatura en el planeta, y que se producen  por las emisiones toxicas que el ser humano genera en sus actividades diarias.  

La Organización Meteorológica Mundial presenta el informe El estado del clima en América Latina y el Caribe

Lunes, 25 Julio 2022
Cartagena/Ginebra, 22 de julio de 2022 (OMM) — Los fenómenos meteorológicos extremos y los impactos del cambio climático, como la megasequía, las precipitaciones extremas, las olas de calor terrestres y marinas y el deshielo de los glaciares, están afectando a la región de América Latina y el Caribe, desde la Amazonia hasta los Andes y desde las aguas de los océanos Pacífico y Atlántico hasta las zonas más recónditas de la Patagonia cubiertas de nieve.   En el informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) titulado El estado del clima en América Latina y el Caribe 2021 se ponen de manifiesto sus profundas repercusiones en los ecosistemas, la seguridad alimentaria e hídrica, la salud de las personas y la lucha contra la pobreza. Las tasas de deforestación fueron las más elevadas desde 2009, y ello no solo perjudicó al medioambiente, sino que además socavó las iniciativas de mitigación del cambio climático. Los glaciares andinos han perdido más del 30 % de su superficie en menos de 50 años. Y la “megasequía” que azota la zona central de Chile es la más pertinaz del último milenio. “En el informe se muestra que, desafortunadamente, los riesgos hidrometeorológicos —como las sequías, las olas de calor y de frío, los ciclones tropicales y las crecidas— han causado la pérdida de cientos de vidas, han ocasionado graves daños en la producción agrícola y las infraestructuras y han provocado desplazamientos de población”, dijo el Secretario General de la OMM, profesor Petteri Taalas. “Se prevé que la creciente subida del nivel del mar y el continuo calentamiento de los océanos sigan afectando a los medios de subsistencia, el turismo, la salud, la alimentación, la energía y la seguridad hídrica en las zonas costeras, en particular en las islas pequeñas y los países de América Central. Para muchas ciudades andinas, el deshielo de los glaciares representa la pérdida de una importante fuente de agua dulce que actualmente se destina a uso doméstico, riego y generación de energía hidroeléctrica. En América del Sur, la continua degradación de la pluviselva amazónica sigue siendo uno de los principales motivos de preocupación tanto para la región como para el clima a escala mundial, habida cuenta de la función que desempeña ese tipo de bosque en el ciclo del carbono”, explicó el profesor Taalas. El informe se presentó el 22 de julio de 2022 en el marco de una conferencia técnica regional para los países de América del Sur organizada por la OMM en Cartagena (Colombia). Este es el segundo año en que la Organización elabora este informe regional anual, que se acompaña de gráficos interactivos y proporciona a las instancias decisorias información de carácter más local en la que fundamentar sus iniciativas. “El agravamiento del cambio climático y los efectos combinados de la pandemia de COVID-19 no solo han afectado a la biodiversidad de la región, sino que también han estancado décadas de progreso contra la pobreza, la inseguridad alimentaria y la reducción de las desigualdades en la región”, señaló el doctor Mario Cimoli, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). “Abordar estos retos interconectados y los impactos asociados requerirá de una acción coordinada. Con independencia de la forma en que se materialice, deberá fundamentarse en la ciencia. El estado del clima en América Latina y el Caribe es el segundo informe de este tipo y constituye una fuente decisiva de información de índole científica para la política climática y los procesos decisorios. La CEPAL seguirá desempeñando una función activa en esta difusión de información meteorológica y climática para fomentar el establecimiento de más asociaciones, la prestación de mejores servicios climáticos y la formulación de políticas climáticas más sólidas en el conjunto de América Latina y el Caribe”, afirmó. Conclusiones principales: Temperatura: La tendencia al calentamiento en América Latina y el Caribe continuó en 2021. La tasa media de aumento de las temperaturas fue de aproximadamente 0,2 °C por década entre 1991 y 2021, frente a los 0,1 °C por década registrados entre 1961 y 1990. Los glaciares de los Andes tropicales han perdido, al menos, un 30 % de su superficie desde la década de 1980, y presentan una tendencia negativa en cuanto a su balance de masas de −0,97 m de equivalente en agua al año durante el período de monitoreo (1990-2020). Algunos glaciares del Perú han perdido más del 50 % de su superficie. El retroceso de los glaciares y la correspondiente pérdida de masa de hielo han agravado el riesgo de escasez de agua para la población y los ecosistemas andinos. El nivel del mar en la región continuó subiendo a un ritmo más rápido que a escala mundial, sobre todo a lo largo de la costa atlántica de América del Sur al sur del ecuador (3,52 ± 0,0 mm por año, de 1993 a 2021) y en el Atlántico norte subtropical y el golfo de México (3,48 ± 0,1 mm por año, de 1993 a 1991). El incremento del nivel del mar amenaza a un porcentaje muy importante de la población que se concentra en las zonas costeras, ya que contamina los acuíferos de agua dulce, erosiona las costas, inunda las zonas de baja altitud y aumenta el riesgo de mareas de tempestad. La “megasequía” que castiga la zona central de Chileprosiguió en 2021, en su decimotercer año hasta la fecha, lo que la convierte en la más prolongada que afecta a la región en el último milenio, agravando una tendencia al aumento de la sequedad y poniendo a Chile a la cabeza de la crisis hídrica de la región. Además, una sequía plurianual en la cuenca del Paraná-Plata, la peor desde 1944, afectó al centro-sur del Brasil y a partes del Paraguay y del Estado Plurinacional de Bolivia. En la cuenca del Paraná-Plata, los daños a la agricultura causados por la sequía redujeron las cosechas, en especial las de soja y maíz, y ello afectó a los mercados agrícolas mundiales. En el conjunto de América del Sur, las condiciones de sequía provocaron un descenso del 2,6 % en la cosecha de cereales de 2020/2021 con respecto a la temporada anterior. La temporada de huracanes del Atlántico de 2021fue la tercera más activa de la que se tiene constancia en esa cuenca, al haberse registrado 21 tormentas con nombre (incluidos siete huracanes), y fue la sexta temporada consecutiva de huracanes en el Atlántico por encima de lo normal. Algunas de estas tormentas afectaron directamente a la región. En 2021, las precipitaciones extremas —que acumularon valores sin precedentes en muchos lugares— ocasionaron crecidas y deslizamientos de tierra. Se produjeron importantes pérdidas, y en particular cientos de víctimas mortales, decenas de miles de viviendas destruidas o dañadas y cientos de miles de desplazados. Las crecidas y los deslizamientos de tierra en los estados brasileños de Bahía y Minas Gerais provocaron unas pérdidas estimadas en 3 100 millones de dólares de los Estados Unidos. Ladeforestación en la pluviselva amazónica brasileña se duplicó con respecto al promedio de 2009-2018 y alcanzó su nivel más alto desde 2009. En 2021 se perdió un 22 % más de superficie forestal que en 2020. Un total de 7,7 millones de personas en Guatemala, El Salvador y Nicaragua experimentaron altos niveles de inseguridad alimentaria en 2021, a lo que contribuyeron factores como el efecto continuado de los huracanes Eta e Iota de finales de 2020 y las repercusiones económicas de la pandemia de COVID-19. Los Andes, el noreste del Brasil y los países del norte de América Central son algunas de las regiones más sensibles a las migraciones y los desplazamientos motivados por casusas climáticas, fenómenos que han aumentado en los últimos ocho años. Las migraciones y los desplazamientos de poblacióntienen múltiples causas. El cambio climático y los fenómenos extremos asociados son factores amplificadores que agravan problemas sociales, económicos y medioambientales. América del Sur es una de las regiones con mayor necesidad documentada de reforzar los sistemas de alerta temprana. Los sistemas de alerta temprana de peligros múltiples son instrumentos fundamentales para lograr una adaptación eficaz en zonas expuestas a los fenómenos meteorológicos, hidrológicos y climáticos extremos. Motivos de preocupación y lagunas de conocimiento En el Sexto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) se muestra el modo en que la configuración de las precipitaciones está cambiando, las temperaturas están aumentando y algunas zonas están experimentando cambios en la frecuencia y la gravedad de los fenómenos meteorológicos extremos, como las lluvias fuertes. Los dos grandes océanos que flanquean el continente (el Pacífico y el Atlántico) se están calentando y acidificando como consecuencia del dióxido de carbono, al mismo tiempo que el nivel del mar también está aumentando. Desafortunadamente, se prevé un agravamiento de los impactos en la región, ya que la atmósfera y el océano siguen cambiando rápidamente. El suministro de alimentos y agua se verá alterado. Pueblos y ciudades, así como la infraestructura necesaria para mantenerlos, estarán expuestos a riesgos cada vez mayores. La salud y el bienestar de las personas se verán afectados negativamente, al igual que los ecosistemas naturales. Las condiciones de sequía probablemente se intensificarán en la Amazonia, el noreste del Brasil, América Central, el Caribe y algunas partes de México, mientras que los efectos de los huracanes podrían aumentar en América Central y el Caribe. El cambio climático está amenazando sistemas vitales de la región, como los glaciares de los Andes, los arrecifes de coral de América Central o la selva amazónica, cuya situación está cerca de ser crítica y corren el riesgo de presentar daños irreversibles. Además de los impactos de la pandemia de COVID-19, en la región de América Latina y el Caribe se produjeron 175 desastres durante el período 2020-2022, según datos de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR). De ellos, el 88 % se debieron a causas meteorológicas, climatológicas o hidrológicas. Esos peligros fueron la causa del 40 % de las muertes registradas debidas a desastres y del 71 % de las pérdidas económicas. Para reducir los efectos adversos de los desastres de índole climática, apoyar las decisiones en materia de gestión de recursos y propiciar la mejora de los resultados, se necesitan servicios climáticos, sistemas de alerta temprana de extremo a extremo e inversiones sostenibles, pero todavía no se han desplegado adecuadamente en la región de América Latina y el Caribe. Es de vital importancia reforzar la cadena de valor de los servicios climáticos en todos sus eslabones, incluidos los sistemas de observación, los datos y su gestión, la mejora de los pronósticos, el fortalecimiento de los servicios meteorológicos, los escenarios climáticos, las proyecciones y los sistemas de información climática. La Organización Meteorológica Mundial es el portavoz autorizado de las Naciones Unidas sobre el tiempo, el clima y el agua.  

ONAMET en coordinación E.U realizan sondeos de la atmosfera

Miércoles, 06 Julio 2022
  El Gobierno dominicano a través de la  Oficina Nacional de Meteorología  (ONAMET) mantiene un acuerdo con Estados Unidos  realizando sondeos de la  atmosfera utilizando globo para estudiar  sus   diferentes  niveles en  altura,    obteniendo  informaciones  para  realizar pronósticos para la  población, aviación  y darle seguimiento a ciclones que se desplazan próximo al país.  Este globo  estudia en altura el  punto de roció que es la temperatura más  alta a la que empieza a condensarse el vapor de agua, proceso que da lugar a la formación de las nubes,   la dirección y fuerza del viento, humedad relativa del aire   en cada  punto estandarizado, según  informó la ONAMET. Mediante este sistema también se realizan   observaciones  a diferentes alturas o niveles  de la   presión atmosférica en los   925 milibares, 850mbs, 700mbs, 500mbs, 400mbs, 300mbs, 250mbs, 200mbs 150mbs y 100mbs. Estas informaciones son de gran utilidad  también  para ajustar o mejorar los modelos  meteorológicos empleados  para analizar  las condiciones meteorológicas en la Troposfera  y realizar los  pronósticos del tiempo. El lanzamiento de los  globos se realiza dos veces al día  a las 7:00 am  y 7:00 pm y en condiciones especiales atmosféricas se realizan varios sondeos especiales, dependiendo de la cercanía de un ciclón al país. Se explicó que el  radio sonda  posee un sistema que   transmite  a un aparato receptor fijo en la ONAMET,  las informaciones que va captando  y las envía  a los bancos de datos de Washington, Estados Unidos  y Brúsela, capital de Bélgica, en Europa  y de ahí estas informaciones son   distribuidas   a nivel mundial vía la web. Estas operaciones    especializadas las  realizan  técnicos  de la ONAMET, en Santo Domingo Este. Una vez en  altura  el  globo explota cuando su presión interna sea mayor a la del exterior.  

ONAMET anuncia posee banco de datos contribuyen a la producción y las investigaciones

Martes, 28 Junio 2022
La Oficina Nacional de Meteorología (ONAMET) comunicó que posee un banco de datos meteorológicos con informaciones recopiladas de 92 años, al servicio de la población con temperaturas máximas y mínimas, cantidad de lluvias caídas en distintos lugares y los períodos de sequías. También informaciones de la dirección y fuerza del viento, humedad relativa del aire y presión atmosférica. El departamento a cargo de estas operaciones es Climatología, quienes explicaron que con estas informaciones se pueden determinar la magnitud de posibles sequías y las incidencias de las lluvias en las diferentes regiones del país. Estas informaciones se comenzaron almacenar en el año 1930. Estos registros son de gran utilidad para el diseño de proyectos industriales, desarrollo y sostenibilidad de actividades académicas, transporte, aviación, recursos energéticos e hídricos y reclamaciones legales, según el comunicado de Climatología. De igual manera estos registros son utilizados para el desarrollo de proyectos agrícolas en cualquier zona del país, porque confirman las lluvias caídas en una región o comunidad en caso contrario en cuales estaciones ocurren sequías estacionales y de esta manera se pueden asegurar inversiones. Climatología informó que también ofrece informaciones para servicios legales relacionados con las condiciones del tiempo, en su condición de única entidad del Estado legalmente reconocida para emitir estas certificaciones. Estas certificaciones tienen un costo económico, reguladas en el decreto número 784-04 del 9 de agosto del año 2004. En cambio no pagan las solicitudes que hagan universidades, escuelas, instituciones del Estado y organizaciones no gubernamentales (ONG).