Las ondas tropicales que producen lluvias en las regiones este, sureste y suroeste de la República Dominicana aparecen nueva vez con el inicio del verano, según los registros de la Oficina Nacional de Meteorología (ONAMET).
Estos fenómenos tienen su principal desarrollo en el verano, el cual inicia el 21 de junio en el hemisferio norte, pero a finales del mes de mayo las ondas comienzan a desplazarse por los 10 y 15 grados al norte próximo a las costas de Colombia, Venezuela y al sur de República Dominicana, sin embargo en la medida que avanzan los meses cruzan sobre República Dominicana.
Las estadísticas meteorológicas confirman que las ondas tropicales que producen lluvias en el país y el resto de las islas del Caribe y Centro América se forman en el desierto de Sahara, África y son transportadas hacia el Caribe por los vientos Alisios.
Una onda tropical es un área alargada de baja presión, que se mueve de este a oeste en la región tropical, producen alteraciones del estado del tiempo con temporada lluviosa, tienen nubes cirrus que cubren la línea o zona de actividad, donde se desarrollan nubes cumulonimbus, que producen tormentas eléctricas. La mayoría de las ondas están precedidas por la caída de valores de presión atmosférica.
Sin embargo, cuando las ondas encuentran condiciones favorables tales como la combinación de humedad, vapor de agua, vientos débiles en altura y en ocasiones pueden convertirse en ciclones.
Según los registros de la ONAMET el 90% de los ciclones que se forman en el océano Atlántico están asociados a una onda tropical.
En el país las principales lluvias producidas por ondas tropicales en las provincias de San Pedro de Macorís, La Romana, Santo Domingo, San Cristóbal, Peravia, Azua y en escasas ocasiones en las regiones noreste y la zona del Cibao.
Sigue diciendo Meteorología que unas de las razones que disminuye la formación de las ondas tropicales se debe a la presencia del polvo sahariano suspendido en la Troposfera, el cual absorbe gran parte de la humedad en el aire.
Ya en los meses de octubre y noviembre con la entrada del otoño, comienza a disminuir las posibilidades de formación de huracanes, debido al enfriamiento del océano Atlántico y al mismo tiempo disminuye la formación de las ondas.